La sal.

Un empresario, Salador SA, acude a un concurso púiblico que consiste en tirar sal sobre las carreteras para evitar el hielo en los meses de noviembre a marzo (5 meses), licitando por una cantidad, dividida en ‘epígrafes’ entre los que se encuentra el coste de la sal (100.000 toneladas). El concurso indica que se realizarán pagos mensuales a tres meses (el primer pago por tanto sería a final de enero).

Tras la apertura de ‘plicas’, se adjudica a Salador el concurso.

Salador, acude al ‘mercado’ de la sal  en el que abre un concurso por 100.000 toneladas. Acuden varais empresas y la que mejor precio y condiciones para Salador ofrece es la Salero SA. El importe por la sal asciende a 1.000.000 € más IVA.

Salador, acude a las entidades bancarias con las que trabaja para obtener el dinero necesario para la sal. La Banquito, le ofrece línea de crédito, entre cuyas condiciones está el 10% de financiación, que contata.

El mes de octubre, Salador empieza la faena, compra a Salero 200.000 toneladas de sal que paga con la línea de crédito de Bamquito y en noviembre tira estas 200.000 toneladas de sal en las carreteras. Este ‘proceso’ continua hasta en mes de febrero-marzo.

La administración paga según la licitación mensualmente desde enero a mayo.

Al final, en la contabilidad, lo que se refleja es:

Salero: 1.000.000 € (convierte sal en €) y ‘paga’ 210.000 € de IVA

Banquito: 200.000 € (gana por ‘intermediación’) y paga el IS———————————-

Salador: 100.000 € (beneficios atribuidos al epígrafe de la sal) y paga el IS

AA.PP.: Paga por este epígrafe lo que ponía el pliego de adjudicación, 1.300.000 € más IVA 262.000 € y se le atribuyen unos gastos de gestión de 50.000€ (el dinero de la administración procede de recaudación, en su mayor parte IVA e IRPF)

En este proceso Salador SA, emite las facturas a la AA.PP. con IVA que luego ‘revierte’ a las arcas públicas (262.000-210.000-42.000).